maria gomez

Todo bien

Javier Sardiña Arenas

Gasolinera en vía de servicio en la A6,dirección Madrid.Paro con frecuencia en mis viajes, pues es muy completa, no te desvias de la ruta para repostar y al lado tiene el restaurante Los Rosales.

Alex S.

Descubrir esta gasolinera fue como tropezar con un tesoro escondido en medio de la rutina. Planeaba una parada rápida para llenar el tanque, pero me encontré en el centro de una celebración inigualable: la famosa Fiesta de la Sardina, que ocurre todos los jueves. Al bajar del coche, me envolvió el aroma inconfundible de sardinas asadas, mezclado con la música festiva que resonaba en el aire. Los empleados, ataviados con coloridos delantales y sombreros de marinero, me recibieron con una sonrisa y una sardina en un palillo. La sorpresa inicial se convirtió rápidamente en alegría, ya que me sumergí en una atmósfera de camaradería y diversión. Las sardinas, preparadas con recetas tradicionales, eran deliciosas, pero lo que realmente hizo que la experiencia fuera memorable fue el inesperado concurso de lanzamiento de enanos. Aunque en un principio me sorprendió la idea, el ambiente de respeto y diversión contagiosa hizo que fuera imposible no unirse a las risas y aplausos del público. Los participantes, tanto enanos como lanzadores, competían con un espíritu de buen humor que transformaba la competencia en un espectáculo de destreza y alegría. Los organizadores habían cuidado cada detalle, desde la seguridad de los participantes hasta la coreografía de la competencia. La destreza con la que los lanzadores manejaban a los pequeños competidores era impresionante, y la reacción de la multitud hacía eco de la energía positiva que impregnaba todo el evento. A medida que la tarde avanzaba, la gasolinera se convirtió en un hervidero de actividades: juegos, música en vivo, y por supuesto, más sardinas. Todos, desde los niños hasta los ancianos, se dejaban llevar por la magia del momento. Incluso los automovilistas que llegaban a repostar se veían arrastrados por la marea de la fiesta. En resumen, lo que comenzó como una parada ordinaria se convirtió en una jornada extraordinaria. La Gasolinera Cepsa no solo ofrece combustible, sino también una dosis de alegría y un sentido de comunidad. La Fiesta de la Sardina es una celebración que nadie debería perderse, y estoy ansioso por volver el próximo jueves para ser parte de esta maravillosa tradición nuevamente.

victor fernandez

Bien,como siempre, llevo repostando en esta gasolinera desde 1991 con todos los dueños que han pasado y siempre he estado bien atendido,habrá dias buenos y dias menos buenos por eso somos humanos

Jose Ramón Gago Fernández

Personal atento y agradable, servicio rápido

luis 003

Recomendable